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Información:
JFK. Por Matías E. Ruiz.
El asesinato del presidente número 35 de Estados Unidos tuvo lugar el 22 de noviembre de 1963 en la ciudad de Dallas -estado de Texas- en Dealey Plaza, aproximadamente a las 12:30 del mediodía. La conmoción derivada del hecho observó una magnitud de proporciones, a punto tal que el magnicidio es considerado por muchos como uno de los capítulos más tristes en la historia del país del norte.
Pocos días después de fallecido John Kennedy, el 29 de noviembre, el presidente Lyndon Baynes Johnson ordenó la constitución de una comisión especial para investigar el asesinato. El comité fue compuesto por Earl Warren (titular de la cartera de Justicia), Richard Russell Jr., (senador), John Sherman Cooper (senador), Hale Boggs (diputado), Gerald Ford (diputado, luego presidente número 38 del país), Allen Welsh Dulles (anterior director de la CIA y John McCloy (antiguo presidente del Banco Mundial).
Extraoficialmente, el cuerpo fue bautizado como “Comisión Warren”, tomando el apellido de quien fuera apuntado como su presidente desde la Casa Blanca. Cuando el informe final fue presentado a fines de septiembre de 1964, las conclusiones indicaron que Lee Harvey Oswald fue el único tirador responsable de la muerte de JFK, así como también de las graves heridas que los disparos provocaron al gobernador John Connally, quien acompañaba al presidente asesinado en el vehículo. La vida de Oswald terminó pocos días luego de ocurrida su captura por parte de la policía de Dallas, a manos del hombre de la mafia Jack Leon Rubenstein -Jack Ruby-.
Aún cuando a priori la opinión pública estadounidense no cuestionó las conclusiones del “Informe Warren”, la intervención de oficio del fiscal de distrito de Nueva Orleans, Earling Carothers Garrison (quien en su momento cambió su nombre de pila a “Jim”), devolvió el homicidio de Kennedy a las primeras planas.
Garrison tomó debida nota de los comentarios recibidos de parte de Jack Martin, asociado a un investigador privado de la zona céntrica de la ciudad, de nombre William Guy Banister. Martin compartió al fiscal una anécdota en la que su empleador lo golpeó reiteradas veces con la culata de un arma de fuego, mientras discutían el asesinato del presidente en un bar. Aparentemente, Martin le habría dicho a su Bannister, en tono de broma, “¿Qué vas a hacer conmigo? ¿Matarme como hicieron con Kennedy?”. Ese fue el gatillo para la golpiza recibida.
En la confesión, Jack Martin entregó al fiscal Jim Garrison el nombre de David William Ferrie, un ex piloto comercial que sostenía reuniones periódicas con un poderoso empresario de Nueva Orleans y filántropo local, Clay Shaw. En esas reuniones -de las que Martin asegura haber participado-, los protagonistas de ideología extremista discutieron métodos y procedimientos para terminar con la vida de JFK.
La trama se tornaría mucho más compleja, por cuanto el rol de Ferrie hubiera sido el de pilotear el avión en el que huirían los perpetradores del magnicidio. Shaw haría las veces del financista de la operación, utilizando aparentemente como fachada un puñado de firmas controladas por él y que observaba intereses comerciales en Europa y América Latina.
Para enredar más los tantos, David Ferrie había formado parte de la Patrulla Aérea Civil de Nueva Orleans, y en la temporada que él había pasado allí, conoció a Lee Harvey Oswald (existen fotografías en donde ambos aparecen retratados). La operación -siempre de acuerdo a las palabras de Jack Martin- estaba a cargo de su jefe Bannister, en cuya oficina cercana al centro de la ciudad pululaban cubanos anticastristas y personajes de toda forma, reputación y color (incluido el propio Oswald).
La faena de Jim Garrison llevaría a un proceso judicial en donde se intentó probar, a través del testimonio de testigos, que Clay Shaw no solo formó parte de una conspiración para asesinar al presidente demócrata, sino que el mismo mantenía relaciones nutridas con los servicios de inteligencia americanos -no solo la CIA, sino también oficinas de extracción castrense-.
Con todo, el caso no prosperó, y Clay Shaw fue considerado inocente en forma unánime y en menos de una hora por un jurado constituido por ciudadanos locales. No obstante, el juicio trajo a la luz aportes de valor, comenzando por la citación judicial gracias a la cual la fiscalía logró hacer pública la filmación del ciudadano Abraham Zapruder.
En el material fílmico de 8mm se puede ver con claridad las instancias en que John F. Kennedy recibe el impacto de los disparos, así como también se puede corroborar que un solo tirador -Lee Oswald- jamás hubiera podido efectuar los cuatro disparos que los testigos insisten haber oído, en menos de cinco segundos.
Para colmo, el rifle Mannlicher/Carcano hallado -y que, según la Comisión Warren fuera utilizado por el responsable- carecía de una mira telescópica apropiada (se encontraba desviada) y era una pésima elección para atentar contra un blanco en movimiento. Elementos de peso en la óptica de Garrison, pues logró poner sobre el tapete la alternativa de la conspiración, que cobra valor en la ley estadounidense desde el momento en que dos o más personas participan de un hecho delictivo o un crimen. Años más tarde, comenzó a liberarse material fotográfico en su momento retenido por las autoridades.
Esas fotografías habían sido obtenidas principalmente por testigos del desfile presidencial y, en el caso de la instantánea de Mary Moorman -que se adjunta con este artículo- se observa a quien sería un segundo tirador, ubicado tras una cerca de madera en lo que desde esa instancia se ha hecho llamar la grassy knoll (lomita con césped).
Se observa en la gráfica la presencia de un individuo en posición de tiro y la respectiva humareda de pólvora que surge inmediatamente después de tirar del gatillo. El protagonista porta uniforme policial (se distinguen el color azul marino y la placa), y está acompañado por dos personas con overol de empleado ferroviario (detrás de la cerca existe un tendido de vías). Para aquellos que hemos visitado Dallas recientemente, no deja de ser llamativo que la cerca de madera ha sido mantenida exactamente como en 1963, incluso sin haberse vuelto a pintar.
Tiempo después, Jim Garrison publicaría un libro titulado “On the Trail of the Assassins” (En la Pista de los Asesinos). Allí, detalló la totalidad de su investigación, los testigos citados con participaciones y antecedentes, y sus propias reflexiones respecto del complejo industrial-militar que, en su visión, fuera responsable del magnicidio, en complicidad con sectores del establishment y círculos de inteligencia. El trabajo de Garrison fue luego utilizado por el realizador Oliver Stone para llevar a cabo la filmación de la película “JFK” en 1991.
“JFK” observa un desarrollo y una edición excelentes aunque, por cierto, la variable emocional es explotada para promocionar la imagen de “cruzado” de Jim Garrison. De cualquier forma, el fiscal sufrió -luego de su investigación en los sesenta- ataques artificialmente montados en algunos casos y en otros no tanto. Entre estos últimos, por ejemplo, se cita su cuestionable modus operandi para tratar con testigos, a los que -se reporta- su equipo amenazó y hasta extorsionó o “contrató” con dinero para que las declaraciones cerraran correctamente con el objetivo del proceso judicial, que era involucrar a Clay Shaw. El verdadero Garrison participó de la producción, interpretando al presidente de la comisión investigadora, Earl Warren.
Por otra parte, tampoco ayuda a la tesis de Oliver Stone el hecho de que algunos personajes que el celuloide presenta como testigos del caso, jamás existieron. Es el caso, por ejemplo, del homosexual de compañía Willy O’Keefe. Garrison se defendió antes de su fallecimiento en 1992, reflejando que O’Keefe es una suerte de síntesis de cuatro testigos reales, entre los que figuran Jack Martin y Perry Russo. Tampoco deja de ser curioso que, a pocas cuadras de la locación histórica de la oficina de detectives de Guy Bannister (531 de Lafayette), existe una avenida de nombre “O’Keefe” [detalle de color, descubierto por El Ojo Digital].
Como corolario para concluir que “JFK” no tiene mayor valor documental, el error de Oliver Stone consiste en haber reparado en numerosos capítulos del libro “The Plot that Killed Kennedy” (El Complot que mató a Kennedy) del autor americano Jim Marrs. El mencionado es conocido en el “ambiente conspirativo”, por haber publicado numerosos trabajos sobre ovnilogía y cuerpos de extraterrestres supuestamente recuperados de aeronaves caídas a tierra. Sobra decir que tales antecedentes nublan la credibilidad buscada, al tiempo que bastardean la importancia del evento histórico.
Quedan, igualmente, algunos tópicos en el tintero. Si bien el empresario Clay Shaw fue declarado inocente en el juicio preparado por Garrison, una comisión investigadora del Capitolio concluyó años después que era “probable” la existencia de una conspiración en la muerte del ex presidente. Por otro lado, Richard Helms -el referido ex director de la Central de Inteligencia americana- reconoció bajo juramento que Shaw había tenido vínculos con el organismo de espionaje. Clay Laverne Shaw falleció de cáncer de pulmón en 1974 y se prohibió terminantemente realizar autopsia alguna sobre sus restos.
Quizás, el aporte más digno de reconocimiento del trabajo de Stone tiene que ver con la recapitulación necesaria del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, cuyos sucedáneos fueron por mucho tiempo ignorados. De algún modo, el objetivo primario de Oliver Stone parece coincidir con la necesidad de refrescar el mensaje presidencial de Dwight Eisenhower (“Ike”) quien ya en 1961 alertaba sobre el avance del “complejo militar-industrial” de Washington y su influencia cada vez más creciente en los círculos decisionales del poder.
Como fuere, los debates volverán a cobrar vigor este 22 de noviembre de 2010.
La historia del Discurso inédito del Presidente Kennedy
El día 22 de noviembre de 1963, durante su visita a Dallas, el Presidente John kennedy tenía previsto pronunciar un histórico discurso en el que iba a desvelar el Incidente de Roswell y las visitas extraterrestres a la Tierra. Para lo cual llevaba en su bolsillo su famoso discurso titulado "No estamos solos".
Kennedy había recibido advertencias muy serias para que no fuera a Dallas, y menos a la Base Militar cercana de Fort Worth. Sin embargo al aterrizar en el aeropuerto, Kennedy se sentía tranquilo, puesto que sabía que en todo momento iba a estar rodeado de mucha gente.
Durante el recorrido oficial de la limusina presidencial, el Gobernador del Estado de Texas, y Secretario de la Marina, John Connally, iba sentado en el asiento delantero derecho de la limusina presidencial, es decir, justo delante del Presidente.
El día 22 de noviembre de 1963, durante su visita a Dallas, el Presidente John kennedy tenía previsto pronunciar un histórico discurso en el que iba a desvelar el Incidente de Roswell y las visitas extraterrestres a la Tierra. Para lo cual llevaba en su bolsillo su famoso discurso titulado "No estamos solos".
Kennedy había recibido advertencias muy serias para que no fuera a Dallas, y menos a la Base Militar cercana de Fort Worth. Sin embargo al aterrizar en el aeropuerto, Kennedy se sentía tranquilo, puesto que sabía que en todo momento iba a estar rodeado de mucha gente.
Durante el recorrido oficial de la limusina presidencial, el Gobernador del Estado de Texas, y Secretario de la Marina, John Connally, iba sentado en el asiento delantero derecho de la limusina presidencial, es decir, justo delante del Presidente.
Eran sobre las 12:30 horas. Aquella mañana del 22 de noviembre de 1963 hacía un día espléndido. En esta escena recogida justamente antes del atentado, vemos al Presidente Kennedy, acompañado de Jacqueline Kennedy. En el asiento de delante del Presidente está sentado el Gobernador de Texas, John Connally.
Nada más pasar el Almacén de libros escolares sucede todo. Un tipo abre un paraguas negro. El vehículo presidencial avanza muy despacio por Elm Street. De repente se desata una emboscada de disparos. En el fragor de las balas dirigidas contra el Presidente, el Gobernador John Connally resulta herido en el atentado.
Después del atentado magnicida contra John F. Kennedy, los documentos que portaba el Presidente aquel día, fueron recuperados por los hombres del Gobernador John Connally. Entre estos documentos había una serie de tarjetas manuscritas con las que el Presidente se ayudaba durante los discursos. Y en un papel se encontraba el discurso más importante de su vida, "No estamos solos", manchado de sangre.
Nada más pasar el Almacén de libros escolares sucede todo. Un tipo abre un paraguas negro. El vehículo presidencial avanza muy despacio por Elm Street. De repente se desata una emboscada de disparos. En el fragor de las balas dirigidas contra el Presidente, el Gobernador John Connally resulta herido en el atentado.
Después del atentado magnicida contra John F. Kennedy, los documentos que portaba el Presidente aquel día, fueron recuperados por los hombres del Gobernador John Connally. Entre estos documentos había una serie de tarjetas manuscritas con las que el Presidente se ayudaba durante los discursos. Y en un papel se encontraba el discurso más importante de su vida, "No estamos solos", manchado de sangre.
Posteriormente, el Gobernador, ya recuperado, guardó las tarjetas y el discurso del Presidente en la caja de seguridad de un banco, manteniendo en secreto, los acontecimientos que el presidente tenía previsto comunicar al público en Dallas.
Entonces entra en escena otro personaje, el profesor Lawrence Merrick, docente de Massachussets, un historiador estadounidense que había estado investigando y escribiendo durante años acerca del Presidente Kennedy. Para escribir sobre el asesinato del Presidente en Dallas, Merrick tuvo que entrevistarse a menudo con Connally. Esta relación de confianza mutua y de amistad, llevó al gobernador Connally a confiarle a Merrick el documento del discurso pendiente de Kennedy, con la condición de no hacerlo público hasta que él, Connally, muriera.
El 15 de junio de 1993, murió el que había sido secretario de Marina de confianza de Kennedy y gobernador de Texas, John Bowden Connally. El secretario del gobernador abrió la caja fuerte del banco en la que permanecían los manuscritos de Kennedy, y se los entregó a Merrick. Una de las gestiones que hizo fue someter los escritos a los análisis de 5 expertos grafólogos, los cuales confirmaron que había un 95% de posibilidades de que esas palabras habían sido escritas por Kennedy.
Y a partir de ese momento es cuando el Discurso de Kennedy empieza a circular por la sombra de los medios de comunicación, y se empiezan a escuchar rumores de una extraña historia de un discurso inédito de Kennedy, manchado de sangre, en el que el Presidente anunciaba al mundo la realidad extraterrestre. Hasta ahí la historia del relato del discurso pendiente de John F. Kennedy.
LA REALIDAD DE LOS HECHOS
* A día de hoy, no se ha podido comprobar de una manera objetiva y científica que exista el papel manchado con la sangre de Kennedy, conteniendo su famoso discurso "No estamos solos"; ni se ha podido comprobar por tanto que dicho discurso, en caso de existir, fuera elaborado por el propio Kennedy. No tenemos pruebas de que dicho documento histórico exista. No se ha divulgado ninguna fotografía que muestre dicho documento.
* El profesor Lawrence Merrick no aparece por ninguna parte, ni hay tampoco rastro de su libro titulado "Killing the messenger; the Death of JFK" "Matando al mensajero, la muerte de JFK". No podemos consultar ninguna foto de Connally con Merrick, ni de éste último solo, ni tampoco se encuentra nada acerca de su libro. Tampoco han aparecido testigos que afirmen haber conocido al profesor Merrick.
* Esta falta de datos comprobables y demostrables ha llevado a la mayoría de los investigadores y observadores a desestimar la historia de Merrick y el discurso inédito de JFK.
Notas manuscritas auténticas del Presidente Kennedy en las que enumera las ideas que quiere exponer en un discurso de 1961. Arriba, escribió "space", refiriéndose a alguna idea que quería hablar en relación con el tema espacial. Existen muchas notas de discursos de kennedy, ya que tenía por costumbre escribir siempre unas notas para todos sus discursos.
Al parecer, Kennedy tenía una letra bastante ilegible, parecida a las que utilizan los médicos. Como diría un grafólogo, era una letra propia de las personas muy inteligentes.
Pero por otro lado, hay argumentos que refuerzan esta historia:
1.- Oficialmente siempre se ha desacreditado el discurso pendiente de JFK. Esto es lógico y natural, y en esto coincide con el resto de todas las informaciones ovni y de la materia reservada, pues toda información relacionada con materia secreta ovni y extraterrestres es negada oficialmente por ser de alto secreto.
2.- El nombre de Merrick suena un poco a cuchufleta, a nombre inventado. Sin embargo una posible explicación para ello es que también podría tratarse de un simple seudónimo, dado el cuidado que debía guardar el depositario del secreto de Kennedy y posteriormente de Connally.
3.- Los Servicios de Inteligencia pueden hacer desaparecer en muy poco tiempo cualquier libro que se haya escrito o publicado recientemente, al coste que sea necesario, como ya han hecho en otras ocasiones. Puede ser que ese libro se escribiera; otra cosa es que llegara a salir a la luz. Las agencias de inteligencia en Estados Unidos no iban a permitir que semejante libro se divulgara tranquilamente, cuando llevaban décadas trabajando para mantener oculta la realidad extraterrestre y el asesinato de kennedy.
4.- ¿Qué suelen hacer los servicios de inteligencia con los testigos molestos? liquidarlos. Quién sabe si el profesor Merrick, en caso de haber existido, y fuera cual fuera su verdadero nombre e identidad, pudo haber corrido esa suerte. A falta de más pruebas, no podemos descartar esa posibilidad como una más.
5.- El contenido que se recoge en el discurso inédito de Kennedy encaja con la realidad objetiva: Roswell sucedió y Kennedy iba a revelarlo; siendo que por el contrario la versión oficial del gobierno estadounidense en relación con la materia ovni y Kennedy se basa en mentiras, asesinatos, y ocultaciones. Ante la evidencia de este punto, la versión de Merrick y del manuscrito JFK gana más puntos.
6.- El discurso ensangrentado de JFK coincide muy bien con otro discurso que el propio Presidente ya pronunció, alertando a la población en general acerca del peligro que representaban las sociedades secretas en Estados Unidos y en todo el mundo. Hay una afinidad cierta y complementaria en el contenido de ambos mensajes. Kennedy y Eisenhower se reunían con frecuencia, para hablar de temas que ambos conocían, y que eran demasiado delicados.
7.- Unos días antes del magnicidio, el Presidente Kennedy se reunió con el anterior Presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, para revelarle lo que tenía pensado hacer en Dallas, y recibir consejo de su amigo ex-presidente.
Eisenhower y Kennedy ya habían hablado otras veces acerca del gran complot tenebroso que se había instalado en Washington. De hecho, existe un discurso de Eisenhower muy parecido al de Kennedy, alertando del peligro de un poder extraño incontrolable que manejaba todo el potencial industrial y militar. (Este discurso de Eisenhower se puede ver perfectamente en Youtube, por ejemplo, aquí:
Discurso de Eisenhower alertando del peligro de la Elite Secreta
8.- Era normal que no hubiera aparecido ningún testigo que pudiera haber conocido a Merrick, en caso de haber existido éste, ya que toda aquella persona que aparecía sabiendo detalles acerca del asesinato de Kennedy, era quitada rápidamente de en medio por los servicios de Inteligencia. Así fueron eliminadas docenas o cientos de personas, incluyendo a propios agentes de la Policía, FBI, CIA, etc..., simplemente por conocer algún detalle sobre el asesinato de Kennedy.
9.- Una cosa es que exista el discurso manuscrito que Kennedy iba a pronunciar en Dallas, y otra cosa diferente es que exista o que haya existido alguna vez un personaje llamado Merrick. Son dos cosas muy diferentes, que no necesariamente tienen por qué ir unidas. Una posible inexistencia de Merrick no probaría la inexistencia del manuscrito inédito de JFK. Precisamente, los servicios de Inteligencia difunden contrainformación falsa para desinformar y desacreditar cualquier información comprometedora que estimen necesario.
Entonces entra en escena otro personaje, el profesor Lawrence Merrick, docente de Massachussets, un historiador estadounidense que había estado investigando y escribiendo durante años acerca del Presidente Kennedy. Para escribir sobre el asesinato del Presidente en Dallas, Merrick tuvo que entrevistarse a menudo con Connally. Esta relación de confianza mutua y de amistad, llevó al gobernador Connally a confiarle a Merrick el documento del discurso pendiente de Kennedy, con la condición de no hacerlo público hasta que él, Connally, muriera.
El 15 de junio de 1993, murió el que había sido secretario de Marina de confianza de Kennedy y gobernador de Texas, John Bowden Connally. El secretario del gobernador abrió la caja fuerte del banco en la que permanecían los manuscritos de Kennedy, y se los entregó a Merrick. Una de las gestiones que hizo fue someter los escritos a los análisis de 5 expertos grafólogos, los cuales confirmaron que había un 95% de posibilidades de que esas palabras habían sido escritas por Kennedy.
Y a partir de ese momento es cuando el Discurso de Kennedy empieza a circular por la sombra de los medios de comunicación, y se empiezan a escuchar rumores de una extraña historia de un discurso inédito de Kennedy, manchado de sangre, en el que el Presidente anunciaba al mundo la realidad extraterrestre. Hasta ahí la historia del relato del discurso pendiente de John F. Kennedy.
LA REALIDAD DE LOS HECHOS
* A día de hoy, no se ha podido comprobar de una manera objetiva y científica que exista el papel manchado con la sangre de Kennedy, conteniendo su famoso discurso "No estamos solos"; ni se ha podido comprobar por tanto que dicho discurso, en caso de existir, fuera elaborado por el propio Kennedy. No tenemos pruebas de que dicho documento histórico exista. No se ha divulgado ninguna fotografía que muestre dicho documento.
* El profesor Lawrence Merrick no aparece por ninguna parte, ni hay tampoco rastro de su libro titulado "Killing the messenger; the Death of JFK" "Matando al mensajero, la muerte de JFK". No podemos consultar ninguna foto de Connally con Merrick, ni de éste último solo, ni tampoco se encuentra nada acerca de su libro. Tampoco han aparecido testigos que afirmen haber conocido al profesor Merrick.
* Esta falta de datos comprobables y demostrables ha llevado a la mayoría de los investigadores y observadores a desestimar la historia de Merrick y el discurso inédito de JFK.
Notas manuscritas auténticas del Presidente Kennedy en las que enumera las ideas que quiere exponer en un discurso de 1961. Arriba, escribió "space", refiriéndose a alguna idea que quería hablar en relación con el tema espacial. Existen muchas notas de discursos de kennedy, ya que tenía por costumbre escribir siempre unas notas para todos sus discursos.
Al parecer, Kennedy tenía una letra bastante ilegible, parecida a las que utilizan los médicos. Como diría un grafólogo, era una letra propia de las personas muy inteligentes.
Pero por otro lado, hay argumentos que refuerzan esta historia:
1.- Oficialmente siempre se ha desacreditado el discurso pendiente de JFK. Esto es lógico y natural, y en esto coincide con el resto de todas las informaciones ovni y de la materia reservada, pues toda información relacionada con materia secreta ovni y extraterrestres es negada oficialmente por ser de alto secreto.
2.- El nombre de Merrick suena un poco a cuchufleta, a nombre inventado. Sin embargo una posible explicación para ello es que también podría tratarse de un simple seudónimo, dado el cuidado que debía guardar el depositario del secreto de Kennedy y posteriormente de Connally.
3.- Los Servicios de Inteligencia pueden hacer desaparecer en muy poco tiempo cualquier libro que se haya escrito o publicado recientemente, al coste que sea necesario, como ya han hecho en otras ocasiones. Puede ser que ese libro se escribiera; otra cosa es que llegara a salir a la luz. Las agencias de inteligencia en Estados Unidos no iban a permitir que semejante libro se divulgara tranquilamente, cuando llevaban décadas trabajando para mantener oculta la realidad extraterrestre y el asesinato de kennedy.
4.- ¿Qué suelen hacer los servicios de inteligencia con los testigos molestos? liquidarlos. Quién sabe si el profesor Merrick, en caso de haber existido, y fuera cual fuera su verdadero nombre e identidad, pudo haber corrido esa suerte. A falta de más pruebas, no podemos descartar esa posibilidad como una más.
5.- El contenido que se recoge en el discurso inédito de Kennedy encaja con la realidad objetiva: Roswell sucedió y Kennedy iba a revelarlo; siendo que por el contrario la versión oficial del gobierno estadounidense en relación con la materia ovni y Kennedy se basa en mentiras, asesinatos, y ocultaciones. Ante la evidencia de este punto, la versión de Merrick y del manuscrito JFK gana más puntos.
6.- El discurso ensangrentado de JFK coincide muy bien con otro discurso que el propio Presidente ya pronunció, alertando a la población en general acerca del peligro que representaban las sociedades secretas en Estados Unidos y en todo el mundo. Hay una afinidad cierta y complementaria en el contenido de ambos mensajes. Kennedy y Eisenhower se reunían con frecuencia, para hablar de temas que ambos conocían, y que eran demasiado delicados.
7.- Unos días antes del magnicidio, el Presidente Kennedy se reunió con el anterior Presidente de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, para revelarle lo que tenía pensado hacer en Dallas, y recibir consejo de su amigo ex-presidente.
Eisenhower y Kennedy ya habían hablado otras veces acerca del gran complot tenebroso que se había instalado en Washington. De hecho, existe un discurso de Eisenhower muy parecido al de Kennedy, alertando del peligro de un poder extraño incontrolable que manejaba todo el potencial industrial y militar. (Este discurso de Eisenhower se puede ver perfectamente en Youtube, por ejemplo, aquí:
Discurso de Eisenhower alertando del peligro de la Elite Secreta
8.- Era normal que no hubiera aparecido ningún testigo que pudiera haber conocido a Merrick, en caso de haber existido éste, ya que toda aquella persona que aparecía sabiendo detalles acerca del asesinato de Kennedy, era quitada rápidamente de en medio por los servicios de Inteligencia. Así fueron eliminadas docenas o cientos de personas, incluyendo a propios agentes de la Policía, FBI, CIA, etc..., simplemente por conocer algún detalle sobre el asesinato de Kennedy.
9.- Una cosa es que exista el discurso manuscrito que Kennedy iba a pronunciar en Dallas, y otra cosa diferente es que exista o que haya existido alguna vez un personaje llamado Merrick. Son dos cosas muy diferentes, que no necesariamente tienen por qué ir unidas. Una posible inexistencia de Merrick no probaría la inexistencia del manuscrito inédito de JFK. Precisamente, los servicios de Inteligencia difunden contrainformación falsa para desinformar y desacreditar cualquier información comprometedora que estimen necesario.
Indudablemente, y en cualquier caso, aparte de las dudas de identidad de Merrick, lo cierto y seguro es que el 23 de noviembre de 1963, después del recorrido oficial de la Caravana Presidencial por la ciudad de Dallas, el Presidente John Kennedy iba a pronunciar un Discurso histórico en el que iba a revelar el Secreto de Roswell.
Esto es así y sería largo de explicarlo. Porque el Presidente fué asesinado, y a ningún Presidente de los Estados Unidos se le asesina por una guerra en Viet Nam, ni por vender más o menos armas o por tener más o menos industria. Se requiere un motivo muchísimo más grave y tener muchísima prisa; no había tiempo para planear unas largas Elecciones políticas que se pudieran manipular. Kennedy iba a abrir al publico la Base de Forth Worth de manera inminente durante su próxima visita a Dallas, el día 23 de noviembre de 1963; apenas había casi tiempo para planear un atentado...
El asunto más grave era Roswell y los Extraterrestres, y rentabilizar militarmente el secreto de su tecnología. El asesinato de Marilyn Monroe, un año antes, demuestra la evidencia, ya que tuvo que ver con Roswell, según los propios documentos secretos que ha desclasificado la CIA.
Luego también es cierto que debía existir entonces un discurso escrito en papel, que es lógico que se manchara de la sangre del Presidente asesinado. Y si éste no fue el discurso que Kennedy iba a pronunciar en Dallas, tuvo que ser uno muy parecido, prácticamente idéntico.
Y no solo eso, además el Presidente tenía pensado desplazarse, a continuación de su discurso, hasta la Base militar secreta de Forth Worth, en donde se guardaban las naves y demás pruebas extraterrestres del suceso de Roswell, para demostrar ante los periodistas y los medios de comunicación la veracidad de sus palabras.
El texto del Discurso Pendiente de John Kennedy, tal como ha circulado siempre en la sombra, era éste:
- "Queridos compañeros americanos y habitantes del Mundo, hoy, partimos hacia una nueva Era, la niñez de esta humanidad se esta acabando, y otra etapa está a punto de comenzar. La nueva etapa de la que hablo, está llena de muchos retos, pero creo que el ayer, y las discordias del pasado, han preparado singularmente a esta generación para alcanzar el objetivo.
Ciudadanos del Mundo. No estamos solos.
Dios, en su infinita sabiduría, ha poblado el Universo con otros seres y criaturas inteligentes como nosotros. ¿Con qué autoridad me permito pronunciar estas palabras?.
En el año 1947, nuestras fuerzas militares recuperaron del desierto de Nuevo México, los restos de un avión de origen desconocido; la ciencia determinó que este vehículo vino del lejano espacio exterior. Desde entonces, nuestro Gobierno, ha tenido contacto con los creadores de esa nave espacial.
Aunque mis noticias, puedan parecer fantásticas, y de hecho, incluso aterradoras, yo les insto a ustedes que no las reciban con miedo y pesimismo. Les aseguro como su Presidente, que esos seres no quieren hacernos ningún daño. De hecho, ellos han prometido ayudar a nuestra nación a superar a los enemigos más comunes de la Humanidad, la tiranía, la pobreza, la enfermedad, la guerra...
Nosotros estamos convencidos de que ellos no solo no son enemigos; de hecho, son amigos. Junto a ellos, podemos crear un Mundo bueno. Yo no puedo aseguraros que en el camino que vamos a emprender, no nos encontraremos con tropiezos y deslices.
Pero creo, que hemos encontrado el verdadero destino de las personas de esta gran Tierra, para conducir al Mundo hacia un glorioso futuro. Durante los próximos días, Semanas y meses, ustedes conocerán mas sobre estos visitantes, pues ellos están aquí, y nuestros líderes, han mantenido en secreto su presencia durante mucho tiempo.
Yo les pido que no sean tímidos al futuro y que lo afronten con valor. Porque nosotros podemos conseguir aquella antigua visión de Paz en la Tierra y Prosperidad para toda la humanidad.
Que Dios les bendiga a todos.
JF Kennedy"
Algún día el discurso pendiente de JFK saldrá a la luz pública. Y surge una pregunta:
¿Quién lo pronunciará?
Desde luego tendrá que ser alguien que represente con dignidad al Presidente Kennedy.
Fuente: X Files.es
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