Fuente:
http://www.revistavanityfair.es/articulos/el-club-bilderberg/16598
Información:
Los secretos del Bilderberg, el club que mueve los hilos del mundo
- Hoy comienza la reunión anual del Club Bilderberg en un hotel de EEUU
- Cada año se dan cita las más selectas élites del mundo financiero, industrial, político y de medios de comunicación
- Las reuniones se llevan a cabo envueltas en el máximo secretismo
- Según unos documentos secretos, el club presionó a Franco para que nombrase al príncipe Juan Carlos como su sucesor al frente de la Jefatura del Estado
- La Reina Sofía es miembro permanente de este grupo
- Acaba de rodarse la primera película sobre este misterioso club
- Cada año se dan cita las más selectas élites del mundo financiero, industrial, político y de medios de comunicación
- Las reuniones se llevan a cabo envueltas en el máximo secretismo
- Según unos documentos secretos, el club presionó a Franco para que nombrase al príncipe Juan Carlos como su sucesor al frente de la Jefatura del Estado
La Reina Sofía es miembro permanente del Club
Toronto, 1992. En el restaurante español Segovia, que regenta Inocencio González, Daniel Estulin se encuentra cenando. Charla de política internacional con un agente doble de la KGB. Se conocen porque el abuelo de Estulin fue coronel en ese servicio e íntimo amigo del padre de su interlocutor. El espía, mientras come un chuletón con patatas, le explica que en las elecciones de 1995, los partidos tradicionales canadienses sufrirán una debacle que llevará a los extremistas al poder. Algo completamente inesperado. Pero sucedió: en esas fechas, la región de Quebec estuvo a punto de conseguir su independencia en referéndum. La primera fase de un ambiciosísimo plan, tratar de partir Canadá, nació en un despacho de la administración Reagan y fue aprobada por el misterioso Club Bilderberg. ¿El motivo? EE UU quiere explotar los ingentes recursos de Canadá y ha trazado una operación a largo plazo: formar un solo país con su vecino del norte dominado, naturalmente, por las élites del país de las barras y estrellas.
Ellos deciden cuándo y cómo aumentar el precio del petróleo, cuándo debe acabar una guerra o por qué conviene provocar una crisis global.
¿Qué es el Club Bilderberg? Lobby, grupo de presión, reunión de líderes mundiales, mesa de discusión al más alto nivel… Casi cualquier definición, en términos sencillos o locuciones shakesperianas, es insuficiente para calificar el poder que acumula ese selecto cónclave de políticos, financieros y medios de comunicación. Por decirlo de una manera gráfica, son quienes mueven los hilos. El Club debe su nombre al hotel que albergó la primera reunión, en 1954. La iniciativa parte del príncipe Bernardo de Holanda, debidamente estimulado por David Rockefeller, para que las élites europeas trabajasen de manera coordinada con Estados Unidos. Durante un fin de semana, debaten el estado del mundo y deciden convocar una reunión anual para no solo analizar sino también determinar. Para trazar el futuro de la Humanidad en función de sus intereses de clase. En adelante, lo que decide el Club Bilderberg, simplemente ocurre. ¿Cuál es su máximo interés? La Empresa Mundial S. A., como sofisticación semántica del Gobierno Único (el poder financiero es quien dirige la política, también a ese nivel) pretende imponer a largo plazo un solo sistema político y económico. Por ejemplo, el euro –ahora en entredicho– es una de sus más ambiciosas creaciones. Ellos deciden cuándo y cómo aumentar el precio del petróleo, cuándo debe acabar una guerra y dónde debe empezarse la siguiente, quién debe ser el próximo candidato a presidente o por qué conviene provocar una crisis global, como la que vivimos ahora. Todos los movimientos son piezas de un descomunal puzzle.
Daniel Estulin, merced a la información privilegiada que maneja desde hace años y conociendo los métodos y fines del Bilderberg, predijo el estallido de la burbuja inmobiliaria. Un artículo suyo en febrero de 2007 nos advertía de lo que estaba por venir mucho antes de que los políticos que, teóricamente, dirigen la sociedad en función de los intereses comunes, lo supieran o lo hicieran público, según los casos. Estulin, afincado en España desde hace 18 años y tras haber vivido en medio mundo, trabajó de 1993 a 2005 para el Servicio Federal de la Federación Rusa (FSB), sucesor del viejo KGB. En 1995 comprobó que lo que aquel veterano del espionaje soviético le contó en Toronto se estaba cumpliendo en Quebec. Como espía que él también era, comenzó a deshacer la madeja merced a los inmejorables contactos que fue haciendo en el intramundo de las agencias secretas. Descubre entonces que, incluso en el que es ahora su ámbito de trabajo, un mundo “de humo y espejos”, las cosas no son lo que parecen a primera, segunda y hasta tercera vista. Ni siquiera para un espía. Cuando deja su trabajo (“He vivido cosas muy duras y estaba quemado por muchas motivos”, despacha Estulin para pasar a otro tema), se queda por primera vez, sin un objetivo en la vida. Hasta que tiene una inspiración: escribir un libro sobre el Bilderberg. Tiene cajas de material suficiente para ello. Por ejemplo, decenas de fotografías a los ‘bilderbergers’ reunidos en 2004 en Stressa (Italia) y que él mismo capturó agazapado como un paparazzi: David Rockefeller, Gerhard Schröder,Durao Barroso, Felipe de Bélgica, Beatriz de Holanda, Paul Wolfowitz, Juan Luis Cebrián, Joaquín Almunia, Javier Solana, Mario Monti… Y, naturalmente, el incombustible Henry Kissinger. Este libro que Planeta dudó en imprimir tras los informes de sus servicios jurídicos, vio la luz por una decisión directa de José Manuel Lara. ‘La verdadera historia del Club Bilderberg’ (2005) se ha publicado en 82 países y ha sido traducido a 51 idiomas. En España, ocupó durante 49 semanas consecutivas el top ten de libros de no-ficción y ha vendido más de seis millones de ejemplares en todo el mundo. Demasiado ruido para que hoy Daniel Estulin tema por su seguridad.
Y además...
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Documento en el que aconsejaron que Franco nombrase al Rey Juan Carlos
Sus orígenes
¿Tiene antecesores el Club Bilderberg?Estulin cuenta que, desconcertado por el enorme poder que maneja un reducido grupo de unos 130 miembros, capaz de dirigir el destino de miles de millones de seres humanos, se pasó tres años encerrado en la Biblioteca Nacional de Florencia estudiando su origen. La base del actual Club se remonta a la nobleza veneciana del siglo XIII, llamada “negra” por sus procedimientos, y la más poderosa de su época. Cuando se debilita, surge el Renacimiento en Italia y Francia se erige como el primer estado-nación y el país más poderoso de la Edad Moderna. La nobleza veneciana decide recuperar su hegemonía europea desde Inglaterra. Se mudan allí e implementan el Imperio Británico a través de Guillermo de Orange. A medida que los EE UU se desarrollan como país, no solo el otrora todopoderoso Imperio Británico peligra sino que Europa en general comienza a decaer. Los miembros permanentes de estos grupos de poder, siempre han estado ahí. Entre las casas reales europeas. Tras la Segunda Guerra Mundial, deciden tomar cartas. En 1954 se concretan en el Club Bilderberg para reconducir la Historia. Solo será en los últimos años, gracias a pesquisas como las de Estulin, Jim Tucker y otros cuando comencemos a escuchar la expresión Nuevo Orden Mundial. Bilderberg es el eje financiero, económico e industrial más importante del mundo, por encima de la Comisión Trilateral y el Consejo de Relaciones Exteriores norteamericano ¿Hay alguien más allá? “Los Caballeros de la Cruz de Malta, los Nueve Desconocidos y otras sociedades secretas, cuyo acceso es tan remoto, que cuesta discernir entre lo real y lo esotérico”, asevera Estulin.
El Club hoy
¿Quién forma hoy el Club Bilderberg? Una tercera parte son representantes de EE. UU. y el resto, europeos. Todos vinculados a la OTAN. Los países de menor peso en la esfera internacional, como España o Dinamarca, suelen enviar un máximo de seis representantes: un medio de comunicación (hasta ahora, siempre ha sido alguien de PRISA), uno o dos financieros, un político de peso y personas con relevancia internacional –en España, por ejemplo, Joaquín Almunia o Javier Solana–. La Reina doña Sofía siempre tiene un asiento a su nombre. Su linaje entronca con los más antiguos fines de los predecesores de Bilderberg. Mucho antes que los Borbones.
Este jueves 31 de mayo ha dado comienzo en el hotel Westfield Marriott Washington Dulles de Chantilly (Virginia, EE UU) la reunión anual. Como cada año, una pequeña y discreta localidad acogerá a 120 selectos representantes del mundo financiero e industrial, la esfera política y algunos medios de comunicación. Aproximadamente el 30% son miembros permanentes del Club. El resto, varía cada año. Desde primera hora de hoy hasta el sábado por la tarde, en que los miembros del Club y sus invitados de este año, se relajarán en actividades de ocio diversas (vela, golf, excursiones…), se repartirán las ponencias en dos turnos, de mañana y tarde. El presidente de este año es el belga Etienne Davignon. La seguridad que rodea una reunión de ‘bilderbergers’ es máxima. Desde luego y por definición, no habrá informes públicos de lo que se despache en ese hotel y si la noticia aparece en algún informativo, será de modo residual.
Vanity Fair ha podido acceder a una lista secreta. La de los asistentes españoles a esta reunión: Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva de Banesto; Jaime Carval Urquijo, managing director de Advent International; Gustavo A. Cisneros, CEO de Cisneros Group;Juan Luis Cebrián e Ignacio Polanco, CEO y presidente de PRISA; José María Entrecanales, presidente de Acciona; Bernardino León Gross, exsecretario general de la Presidencia; Juan María Nin, CEO de La Caixa; Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente ejecutivo del Santander y César Alierta, CEO de Telefónica, que no asistirá. Si la Reina doña Sofía faltase este año, sería el primero. Como en 2010 (Sitges) y 2011 (Saint Moritz), Javier Solana y Joaquín Almunia figuran entre los españoles pero en la categoría “internacional”, por sus respectivos cargos en la estructura de la UE.
Una imagen del Hotel Bilderberg
La película
Doña Sofía me dijo que el Club es inocuo, que en sus reuniones solo se debate sobre información. Pero la información es secreta, luego no es inocente, sino eficiente", señala Pilar Urbano en la película.
“La información sobre Iñaki Urdangarin afecta a la corona. Yo no me detengo en qué ocurre en esa pieza número 25 del caso Palma Arena, sino en quién le ha dado a Pedro J. la pieza entera y quién está en el origen del origen, la mano inicial que quiere darle un toque a la monarquía española, para que posiblemente se lo dé a Rajoy, para que tome unas iniciativas urgentes y se pliegue a las exigencias de estos grupos de poder”. Así se pronuncia la periodista Pilar Urbano, uno de los testimonios que forman parte de la primera película española sobre el Club Bilderberg: Proindes, una productora independiente propiedad del empresario José Manuel Gilabert, ha puesto su dinero y empeño para que el filme salga a la luz. Su director es Luis Soravilla, nominado a los Goya en 2010 por su cortometraje ‘Adiós papá, adiós mamá’, y director del último documental sobre la vida de Luis García Berlanga. Urbano la conoce las actividades de Bilderberg desde hace años y por ello quiso participar en este proyecto. En su libro ‘El precio del trono’ figuran dos documentos originales del Club que le cedió Estulin y en los que se demuestra cómo han influido hasta lo insospechado en el devenir de nuestra democracia. Uno de ellos se remonta a 1968, cuya reunión anual tuvo lugar en Mont Tremblant (Canadá) y en la que se trató la sucesión de Franco. En él puede leerse como un grupo de trabajo creado ad hoc propone que se le insista al dictador español en la propuesta del Club. El por entonces príncipe Juan Carlos es idóneo para sucederle: “Está perfectamente preparado para asumir la alta misión para la que puede ser llamado y también posee las cualidades necesarias para convertirse en futuro Rey”. Un año después, las Cortes españolas ratificaban la propuesta de Franco y el Rey juraba como futuro Jefe del Estado. En otro de los documentos que llegaron a Estulin gracias a uno de sus topos y fechado en 1973, puede verse el interés de Henry Kissinger, el todopoderoso asesor presidencial norteamericano y miembro fundador del Club, en hacer un seguimiento del príncipe Juan Carlos en función de los intereses norteamericanos tras la muerte de Franco. El Club no solo propone y dispone. También se asegura de acertar.
En diciembre pasado, Daniel Estulin daba su segunda conferencia en el Parlamento Europeo, acerca de Bilderberg, apoyado por el parlamentario Mario Borghezio, uno de los testimonios que recoge la película. En enero comenzó a escribirse el guión y a finales de febrero empezaron a rodar. Han viajado a Amsterdam, Bruselas, Florencia, Antibes, Venecia, Roma, Washington… “Soy absolutamente creyente en lo que Daniel cuenta. Lo he podido comprobar siguiendo sus pistas. Él es un Silicon Valley de la información, que hemos tenido que simplificar para poder hacer la película. Lo hemos contado desde la perspectiva del ciudadano que está atravesando la peor crisis de la Historia. Los problemas de hoy no son aislados; están provocados por un plan”. Luis cuenta que Daniel sí ha recibido presiones y amenazas durante mucho tiempo, aunque ahora se ha relajado y ya no cambia de domicilio cada año. No obstante, el equipo de la película prefierió ser precavido y viajar a EE UU durante el rodaje cambiando los títulos en todo el material audiovisual que llevaban consigo. “Hemos estado en silencio hasta que hemos terminado de rodar. Aun así, tenemos tres copias de la película repartidas por diversos lugares”. El filme se encuentra ahora en pleno proceso de montaje y Proindes pretende tenerlo listo para septiembre u octubre.
Pilar Urbano es la única periodista española que ha entrevistado a la Reina en los últimos años. En una de sus reuniones también le preguntó por Bilderberg: “Doña Sofía me dijo que el Club es inocuo, que en sus reuniones solo se debate sobre información. Pero la información es secreta, luego no es inocente, sino eficiente”, señala la incisiva Pilar en el filme. Junto a ella, han sido entrevistadas una serie de personas cuyo cargo les ha permitido conocer, en mayor o menor medida, las actividades del Club durante las últimas décadas. Entre ellos, Wayne Madsen, excapitán de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA); Jeffrey Steinberg, director de la revista ‘Executive Intelligence Review’; Catherine Austin Fitts, exdirectora ejecutiva del banco de inversiones en Wall Street Dillon Read & Co. y exsubsecretaria de Vivienda y Desarrollo Urbano con George Bush Sr.; Lyndon LaRouche, siete veces candidato a la presidencia de EE UU por el Partido Demócrata y una más por el Laborista; Barry Bachrach, el abogado americano que demostró la inocencia de James Earl Ray en el asesinato de Marthin L. King; Mario Borghezio, miembro del Parlamento Europeo por el partido italiano de la Liga Norte; Luis Herrero, periodista y exeurodiputado por el PP;Nigel Farage, euroescéptico y líder de UKIP británico en el Parlamento Europeo.
Hoy por hoy el Club Bilderberg solo tiene un enemigo real: Rusia en lo militar y China en lo económico. Según Daniel Estulin, es muy posible que en los próximos años veamos cómo las relaciones entre ambos gigantes comiencen a agriarse. Divide y vencerás. La frase es de Julio César y fue pronunciada mil años antes del auge de la nobleza negra veneciana.
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